martes, 15 de febrero de 2011

tu sangre en mis manos

El cadáver decapitado frente a mi, posaba de forma macabra, la sangre aun caliente escurría por mis manos, no había duda, yo lo había asesinado, pero, ¿Cómo? ¿Cómo podría una haberlo asesinado una mujer, desnutrida como yo? ¿Seria cierto lo que dicen? Que hay un hombre lobo en la aldea, y de serlo, ¿Acaso era yo?, No, No podía ser cierto, eran demasiados asesinatos los cometidos por el supuesto hombre lobo, como para haberlos cometido yo, yo, que estuve ahí en primera fila observando los cadáveres desmembrados, con las entrañas reventadas y devoradas, sabia que aunque me transformara el mismísimo diablo, era incapaz de semejante barbarie.
No era un asunto nuevo, hacia algunos años ya habíamos tenido asesinatos de este tipo, pero, como todo, con el tiempo, se fue olvidando, pero, como todo lo malo, habían regresado, hacia un mes un grupo de leñadores fueron cruelmente asesinados, descuartizados y parcialmente devorados, eso activo la alarma, el demonio había vuelto a la aldea, días después un niño fue devorado en un camino rural, había salido tarde la escuela y se dirigía a su casa, un rancho a un kilómetro de la aldea, nunca ha sido buena idea andar tarde por eso caminos, comúnmente habitados por serpientes, coyotes, y ocasionalmente algún bandolero que tras huir de la ciudad, buscaba refugio en la negrura del bosque, pero, ninguno de ellos era capaz de hacer lo que todos vimos ese día, nadie escucho los gritos, pero, por los restos encontrados, sin duda la tortura fue larga, el asesino se dedico a jugar con su victima, primero le arranco una pierna, la cual fue devorada de inmediato, sin duda frente a el, la otra pierna, apareció en pedazos, todo parece indicar que la bestia la fue arrancando poco a poco, quizás estaba jugando, tras satisfacerse con la primer pierna, los brazos nunca aparecieron, la mandíbula del niño estaba fraccionada en tantos pedazos que era imposible contarlos, sus gritos debieron desesperarlo tanto, que olvido su lento ritual y destrozo la boca de un solo golpe, las vísceras estaban regadas alrededor, entre ellas encontramos los ojos, este asesinato causo la indignación de todos y nos preparamos para cazar a la bestia, pero, ¿Cómo cazar a algo que no habíamos visto? Éramos testigos de lo que podía hacer, pero nadie sabia como era físicamente ni donde buscarla, un grupo se adentro una fría noche en el bosque para buscarlos, nunca regresaron, no encontramos nada, simplemente desaparecieron, la paranoia empezó a apoderarse de nosotros, conforme pasaban los días, los cadáveres destazados seguían apareciendo, la gente seguía saliendo a patrullar, yendo a un viaje del cual nunca regresarían, hasta que, finalmente me toco a mi, salir en su búsqueda, tengo muy presente esa noche, antes de salir me despedí de mi familia, ellos y yo, sabíamos que no nos volveríamos a ver, nadie lloro, pero, su despedida fue, como cuando despides a un muerto antes de que empiecen a echarle tierra sobre la tumba, Salí a la calle y me junte con mi grupo, el camino al bosque fue eterno, el kilómetro mas largo que haya recorrido jamás, no tenia frió sin embargo temblé durante todo el camino, no tenia miedo, era mas bien ansiedad, quería que pasara algo ya, no quería seguir caminando y pensando en lo que íbamos a encontrar, y finalmente paso, un grito me saco de mis pensamientos, provenía de Juan, el venia al final del grito, solo alcanzamos a oír su grito, al voltear ya no estaba, el pánico se apodero de nosotros, como alguien puede desaparecer así nomás, sin dejar rastro, hasta que finalmente lo vimos, sobre la rama de un árbol, masticaba el cuerpo de Juan, quien agonizante nos veía, su mirada desesperada nos suplicaba que acabáramos con su sufrimiento, una mordida en su cuello fue mas rápida que la bala disparada por mi, la cual fue a dar directo al pecho de la bestia, furiosa tiro los restos de Juan y volteo a vernos con ira, mis compañeros huyeron, yo no pude, el miedo congelo mis piernas, vi a mis compañeros correr, pero las piernas no me respondían, una fuerte respiración tras de mi me regreso a la realidad, ahí estaba, era enorme, su oscuro pelo brillaba a la luz de la luna, los filosos y ensangrentados colmillos me miraban arrogantes, alcance a distinguir vísceras entre ellos, quizá eran de Juan, o de alguno de tantos desaparecidos, ya no importaba, dentro de poco, mi carne les haría compañía, aquellos segundos fueron interminables, no se por que, la bestia no atacaba, deseaba que fuera rápido, que no doliera, pero, no pasaba nada, dentro de mi terror, pude observarla detenidamente, aun había rasgos humanos en el, sus negros ojos, su barbilla, aun que peluda, se veía afilada, la fina nariz, el cuerpo musculoso, me horrorizaba mas la idea de empezar a considerar hermosa a aquella bestia que minutos antes había asesinado a uno de mis amigos y ahora se preparaba para hacer lo mismo conmigo, no sabia que pasaba, pero, las ganas de correr, de pronto se convirtieron en ganas de abrazar ese pecho fuerte, no se como, pero finalmente mis piernas respondieron y fue para acercarme a el, el estaba mas sorprendido que yo, pero, respondió a mis intenciones, lentamente me dejo tocarlo, para después fundirnos en un abrazo, esta de mas decir lo que paso después, pero después de aquella noche, era seguro que yo lo amaba, después de tanto tiempo, el amor había llegado a mi vida, y de que forma, como regresar y decirle a mi familia que la bestia que estaba asolando la región, ahora era mi amante, que mis planes de vengar a los míos, ahora eran planes de pasar mi vida junto a el, acordamos que debía regresar, y seguir mi vida como siempre, ya vería que inventarle a mi familia, pero…
Ahora lo recuerdo todo, tras la alegría de ver de nuevo a mi familia, empezaba a recordar esa primer noche en casa, me desperté en la madrugada en medio de la calle, asustada mire hacia todos lados, estaba felizmente dormida sobre los restos de un infeliz vecino miembros estaban esparcidos a mi alrededor, mire mis manos, ya no eran las que conocía, ahora, además de mas grandes y peludas, terminaban en unas afiladas zarpas bañadas en sangre, como pude, Salí corriendo hacia el bosque a buscar a mi amor, necesitaba explicaciones, por que, ahora era una de ellos, aun que al final eso no importaba, si eso me acercaba mas a mi amor, no era problema.
Las ultimas noches han sido de cacería solitaria, el esta herido, finalmente un grupo logro encontrarlo y herirlo, logro escapar, pero, es mejor que se esconda por un tiempo, por ahora, me dedico a cazar para el, espero que la victima que he conseguido hoy, alcance para los 2…

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